La Sombra y la Integración
- Busca tu verdad
- 6 may
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Hay partes de nosotros que evitamos mirar. No porque no sepamos que existen, sino porque nos incomodan. Nos desafían. No encajan con la imagen que queremos sostener.

La sombra no es algo negativo en sí misma. Es simplemente todo aquello que ha sido apartado de la conciencia. Todo lo que fue juzgado, reprimido o rechazado en algún momento, y quedó guardado. Pero lo que se guarda no desaparece. Actúa desde lo oculto.
La sombra se manifiesta en reacciones desproporcionadas, en juicios automáticos, en emociones que no entendemos del todo. Se muestra en la forma en que nos saboteamos, en los vínculos que repetimos, en los lugares donde nos cuesta avanzar.
Reconocer la sombra no es una amenaza. Es una oportunidad. Cuando dejamos de pelear con ella, cuando dejamos de verla como enemiga, empieza a transformarse. La sombra no pide aprobación. Pide ser vista.
sombra no se libera desde el rechazo, sino desde la conciencia. Integrar no es justificar.Es incluir. Es dejar de dividirnos por dentro. Es reconocer que también somos eso que evitamos, y que negarlo solo nos fragmenta más.
Este proceso no se hace de una vez. Es gradual. Se da en pequeños momentos de honestidad. En conversaciones internas donde, por fin, dejamos de escondernos. En decisiones más auténticas, donde ya no actuamos para sostener una imagen, sino para ser coherentes con lo que sentimos.
Cuando comenzamos a integrar, aparece una forma nueva de libertad. No necesitamos ser perfectos, ni agradar todo el tiempo. Solo necesitamos ser verdaderos. Y eso, aunque sea simple, cambia todo.
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