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La Realidad Como una Interpretación de la Mente



Es importante comprender que la realidad tal como la conocemos no es una verdad absoluta, sino una interpretación mental. Nuestros sentidos perciben el mundo, pero esa percepción está condicionada por nuestras creencias, nuestros miedos y nuestras expectativas. Lo que para algunos puede ser “frío”, para otros puede no serlo. Lo que vemos como “rojo”, otros lo ven como “naranja”. Todo depende de nuestra propia programación mental.

El autoconocimiento implica comenzar a cuestionar estas interpretaciones. ¿Quién eres realmente? ¿Qué creencias te están limitando? ¿Qué patrones de pensamiento están gobernando tu vida sin que seas consciente de ello? Si miramos el mundo que nos rodea, podemos aprender mucho sobre nuestras creencias y estructuras mentales. Nuestra realidad externa es un reflejo directo de lo que ocurre en nuestra mente. Así, al cambiar nuestra forma de ver el mundo, también podemos cambiar nuestra realidad.


La Focalización, una Herramienta Para Dominar la Mente

Para comenzar a ganar control sobre la mente, debemos practicar la focalización. La focalización es la capacidad de concentrarnos completamente en el presente, en un solo pensamiento, acción o experiencia. Es como un rayo láser que ilumina una sola cosa a la vez, evitando que nos perdamos en el mar de pensamientos inconscientes. La mente, cuando no está enfocada, tiende a dispersarse, a divagar. Sin embargo, al entrenar nuestra atención y nuestra conciencia, podemos dirigir nuestra mente hacia el aquí y el ahora.

La focalización es la herramienta que nos permite empezar a dominar nuestra mente. No se trata de eliminar los pensamientos, sino de aprender a dirigir nuestra atención. Cuando comenzamos a focalizar nuestra conciencia, podemos empezar a observar nuestros pensamientos sin ser arrastrados por ellos, y con el tiempo, este ejercicio nos llevará a una mayor comprensión de quiénes somos realmente.


Ejercicios para Conocer Tu Mente

1. Observa tus pensamientos: Identifica los pensamientos que surgen en tu mente a lo largo del día. ¿Son positivos, negativos? ¿Están relacionados con el pasado o el futuro? Haz un seguimiento de ellos sin juzgar, sólo observa.


2. Trata de identificar uno a uno tus pensamientos, trata de recordar porque te llegó ese pensamiento, que ocurrió antes o qué pensamiento te llevó a pensar en el actual y así sucesivamente. Es como tratar de seguir la cadena de los pensamientos para así descubrir que los genera, donde nacen. Al identificarlos, hazlo sin juzgamiento, no importa el porque, recuerda que tu mente ya es lo suficientemente dura contigo mismo como para que ahora tu conciencia también te señale. 

Lo importante de este ejercicio es comprender cómo opera tu mente e identificar qué tipo de pensamientos tienes y que te hacen sentir o, qué sentimiento o sensación genera cada uno. Parece sencillo pero es un ejercicio difícil de hacer, vas a tratar de examinar tu mente y seguro que a ella no le va a gustar, Ten encuenta que es muy probable que surjan auto cuestionamientos o dudas del actuar o sentir, seguro la mente va a tratar de juzgar cada uno de esos pensamientos y calificarlos de alguna manera en una escala de bueno a malo y por lo general tiende a crucificarte, trata de hacerte sentir culpable de algo que paso, que hiciste o pensaste, pero ya estas advertido para que no caigas en su juego. No permitas que entre en juzgamiento alguno, se lo más neutral que puedas. Este juzgamiento de la mente viene de alguna creencia instalada, por lo general es sobre lo infravalorado que estas, lo pecador que eres, el no merecimiento y otros aspectos negativos que nos han implantado a través de la religión, la educación o sobre el dinero.


3. Haz una lista de todas las creencias que recuerdas de tus padres, familiares, amigos cercanos, profesores etc, uno a uno de ellos y sus creencias básicas y hábitos que tenían en diferentes temas como el dinero, la salud, la prosperidad, el amor, la sociedad, la amistad y todos aquellos temas que te interese conocer en ti. Trata de recordar todas esas frases célebres que siempre decían frente alguna situación, como por ejemplo, es mejor ser pobre porque el dinero trae problemas entre otros.


4. Examina cuales son los mayores miedos que recuerdes de estas personas. Qué enfermedades padecían y que era lo que más les enojaba. Las enfermedades son la causa de los pensamientos o emociones que se manifiestan en el cuerpo, por eso la importancia de saber la salud de cada uno de ellos. Puedes pedirle a tus hijos si los tienes o a tus padres o amigos cercanos cuales son las creencias más marcadas en ti.

Estos ejercicios te ayudarán al autoconocimiento y te darán muchas luces acerca de porque siempre estás en las mismas situaciones una y otra vez.  Te demostrarán que tu realidad no está constituida por tus pensamientos sino solo por tus creencias y patrones instalados. Los pensamientos surgen al vivir en el mundo que proyecta tu mente. 

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