“La autenticidad no es rebelarse contra el mundo, sino develarse a sí mismo.”
- Busca tu verdad
- 6 may
- 2 Min. de lectura
Desde pequeños, aprendemos que hay partes de nosotros que son aceptadas y otras que no. A eso se le llama condicionamiento. Si fuiste aplaudida por ser ordenada, puede que hoy te presiones en exceso por mantener el control. Si te rechazaron por expresar tristeza, puede que hoy no sepas cómo gestionar tus emociones.

El yo condicionado es el resultado de todas esas adaptaciones. Nos protege, sí, pero también nos limita. Nos comportamos distinto en distintos escenarios. Tenemos una “versión profesional”, una “versión espiritual”, una “versión familiar”. Pero ¿quiénes somos cuando estamos solos?
La identidad social es necesaria para funcionar en el mundo. Pero si se convierte en una actuación constante, terminamos desconectándonos de nuestra verdad. El camino hacia la autenticidad implica recuperar esa coherencia: que lo que somos por dentro sea también lo que mostramos por fuera.
La imagen interna: cómo nos vemos vs. cómo somos
La imagen que tenemos de nosotros mismos actúa como un espejo distorsionado. Nos vemos a través de creencias: “no soy suficiente”, “soy débil”, “no soy capaz”. Muchas veces, esa imagen no fue creada por nosotros, sino por las voces que absorbimos: padres, maestros, parejas, cultura.
Cambiar la imagen interna es clave para cualquier proceso de transformación. No se trata de repetir frases vacías, sino de reconocer quién realmente soy más allá de la historia.
Recordar, no reinventar
La pregunta “¿quién soy?” no se responde con lógica. Se siente. Se recuerda.
No eres solo tu historia. No eres solo lo que otros vieron en ti. Eres un ser completo, infinito, en constante evolución.
Este capítulo no busca definirte, sino desarmar las definiciones que te limitan.
“Cuando dejas de ser lo que esperaban de ti, empieza a emerger tu verdadera esencia.”
Comments